1. En grupo, contestar las siguientes preguntas:
- ¿Qué implica resolver un problema?
- ¿Por qué conviene partir de un problema para promover el razonamiento matemático de los niños?
- Se tienen 56 limones para hacer dos ollas de agua fresca. A una le caben 11 litros de agua, a la otra le caben 5. ¿Cuántos limones deberán ponerse en cada olla para que toda el agua el mismo sabor?
- Procedimientos que utilizaron para resolverlo.
- Los conocimientos que emplearon para comenzar el proceso de búsqueda de solución; ¿resultaron o no suficientes para encontrar la respuesta a la situación de manera inmediata?
- Competencias cognitivas que pusieron en juego en la resolución del problema.
- Búsquedas personales y compartidas de procedimientos de solución.
- Anticipaciones y argumentos a favor o en contra de cierta solución.
- La forma como analizaron los errores.
3. Individualmente, leer “Enfoque de área matemática”, de González y Weinstein, y “Trabajar regularmente por problemas”, de Perrenoud, y reflexionar sobre:
- ¿Qué es un problema?
- ¿Qué es una situación problemática? y ¿qué características debe tener?
- ¿Por qué se afirma que la actividad de resolución de problemas tiene un lugar privilegiado en la situación didáctica?
- ¿Qué competencias ponen en juego los niños al resolver problemas matemáticos en la educación preescolar?
- ¿Cuál debe ser el papel de la educadora?
4. En equipo diseñar una situación problemática que favorezca el desarrollo del pensamiento matemático de los niños. En grupo, analizar algunas situaciones a partir de los siguientes puntos:
- ¿Por qué es pertinente la situación problemática?
- ¿De qué manera esta situación problemática favorece el desarrollo del pensamiento matemático de los niños?
- ¿Qué capacidades cognitivas se ponen en juego al resolver problemas?
- ¿Por qué la resolución de problemas debe ser el punto de partida para promover el desarrollo del pensamiento matemático?
- ¿Qué características deben tener las situaciones problemáticas que se planteen a los niños?